Los 30 son los nuevos 20, en todos los sentidos. Cada vez son más los profesionales de más de 30 años que quieren aprovechar sus periodos de vacaciones o su tiempo libre para aprender inglés.
El espíritu aventurero, las ganas de vivir nuevas experiencias y conocer gente nueva no es exclusivo de los más jóvenes. Por ello, la demanda de cursos de inglés en el extranjero para adultos está aumentando de forma evidente y son muchas las agencias especializadas en viajes de idiomas que ofrecen cursos para adultos adaptados especialmente para los alumnos de más de 30 que aunque también tengan muchas ganas de vivir una experiencia lingüística, tienen otras expectativas y otras inquietudes a la hora de viajar.
La principal cuestión que se plantean estos alumnos es si su edad no será un impedimento para aprender inglés. La respuesta es NO. Un adulto posee todas las capacidades necesarias para aprender un idioma nuevo. Las únicas barreras nos las ponemos nosotros mismos.
El nivel de inglés siempre se puede mejorar tengas la edad que tengas y llegar a manejarse con soltura es posible con esfuerzo y trabajo. Para que el miedo no te frene, aquí tienes #5 consejos para aprender inglés más allá de los 30.
Para aprender un idioma, sea inglés o cualquier otro, la constancia es fundamental. El aprendizaje de idiomas es un proceso largo que requiere ser constantes y para ello es de gran ayuda marcarse unos objetivos claros y saber en todo momento dónde queremos llegar.
Por supuesto, una vez vayamos alcanzando objetivos podemos ampliarlos e intentar ir más allá de lo que nos planteamos en un inicio. Lo más importante es no abandonar y mantenerse motivado durante todo el proceso de aprendizaje. Si tus objetivos no son realistas y te cuesta demasiado alcanzarlos, lo más probable es que te desmotives y acabes abandonando. Y créenos, eso es lo que menos te conviene.
Acota qué es lo que quieres aprender y para qué necesitas el idioma. No es lo mismo aprender inglés para viajar que para vivir en el extranjero o mejorar tu currículum para conseguir un ascenso. Si tienes claro esto, tienes casi la mitad del camino recorrido.
Si lo habitual es pensar que los niños tienen más facilidad para aprender inglés no es porque cuánto más pequeño eres mayores son tus capacidades, sino porque de niño la vergüenza no existe y el miedo a equivocarse desaparece.
La mayor barrera a la que se enfrenta un adulto a la hora de aprender inglés es el temor a no conseguirlo, a equivocarse, sobre todo, en público, ya que piensa que si lo hace será ridiculizado por los que sí saben inglés.
Olvídate de todo eso y libérate. Compórtate en este sentido como un niño, atrévete y siéntete orgulloso de tu esfuerzo.
Para aprender inglés debes superarte siempre a ti mismo. ¿Y qué si te equivocas? De los errores también se aprende y eso ya deberías saberlo.
Es muy habitual que cuando un español intenta pronunciar el inglés correctamente, con un acento acertado y al principio, en la mayoría de casos, algo forzado, la pronunciación cause cierta gracia a quién la desconoce. Esto suele ser un gran impedimento para mejorar la pronunciación ya que de nuevo la vergüenza nos juega una mala pasada. Recurre a la imitación para conseguirlo sin timidez.
Imitar a personas con buena pronunciación es un gran método para aprender a posicionar correctamente la lengua, los labios y la garganta. Todos tenemos la capacidad de alcanzar cualquier sonido, solo necesitamos entrenar e imitar puede ayudarte mucho.
Pruébalo y repite cuantas veces necesites cada palabra para interiorizarla. Sé tú el que te ríes de ti mismo.
Tras el estudio, la mejor forma de afianzar lo aprendido es la práctica. Esto pasa en todas las materias pero con el idioma adquiere una mayor importancia.
Si no practicas lo aprendido, lo perderás y cuanto más tiempo te alejes del idioma más te costará hablarlo. Por ello, integra el inglés en tu vida cotidiana. Lee periódicos en inglés, busca amigos extranjeros con los que hablar, contacta por internet con otros alumnos en tu misma situación y habla, no pares de hablar.
La prueba del algodón a la hora de saber si el inglés ya forma parte de tu vida es pensar en inglés. Intenta hablar contigo mismo en este idioma y familiarízate con cada expresión y cada palabra. Si algo no sabes cómo decirlo, búscalo e interiorízalo.
Pienso, luego existo y si lo hago en inglés mucho mejor.
Pensar en el idioma con una obligación es un grave problema ya que lo alejamos de muchos ámbitos de nuestro día a día y nos impedimos a nosotros mismos sentirnos cómodos hablándolo.
Por eso, otro truco infalible es utilizar el inglés para nuestros hobbies. Los más clásicos son la música, las series o las películas pero también podemos recurrir a aplicaciones móviles o juegos online que nos ayuden a divertirnos hablando inglés.
Con estos #5 trucos aprender inglés es pan comido sea cual sea tu edad. ¡Vence tus barreras y empieza tu aprendizaje!