Cuando los hispanohablantes empezamos a estudiar inglés el aspecto que más se nos resiste es la pronunciación, dedicamos mucho tiempo a retener la gramática y el vocabulario pero solemos olvidarnos de que si no pronunciamos correctamente puede que sea muy complicado hacernos entender.
Sin embargo, es esencial ser realistas: probablemente nunca llegaremos a pronunciar como un nativo, pero estar en contacto directo con la lengua ayuda a que nuestro oído se acostumbre a los nuevos fonemas.
En TEC idiomas, creemos firmemente que la inmersión lingüística es una de las claves para mejorar la pronunciación. Si estás pensando en realizar un curso de inglés en el extranjero te recomendamos que prestes especial atención a estos 9 errores más frecuentes en la pronunciación del inglés:
Este error es consecuencia de las características propias de cada lengua. El español solo tiene 5 sonidos vocálicos, mientras que el inglés cuenta con doce por lo que hay 7 sonidos que los españoles jamás pronunciamos y son precisamente esos los que fallamos en inglés.
Para nosotros algunas palabras inglesas se pronuncien exactamente igual que otras, por lo que un nativo puede confundir lo que estamos diciéndole. Por ejemplo, no es lo mismo decir I bought a Ship (compré un barco), que I bought a sheep (compré una oveja). Algunos de estos errores pueden causarnos confusiones mucho más delicadas como la diferencia entre beach y bitch.
A los españoles este sonido inglés nos suena a chino pero la verdad es que es que se usa en prácticamente todas las palabras inglesas, normalmente en las sílabas átonas.
Este fallo está relacionado con nuestro afán de pronunciar todo lo que aparece escrito, cuando los ingleses no suelen pronunciar todas las letras de una palabra. Un claro ejemplo es la palabra chocolate, que se escribe igual es inglés y en español, pero en la lengua de Reino Unido la segunda “o” es casi imperceptible.
Este es uno de los sonidos que nos delata frente a un inglés ya que nuestras erres son muy sonoras y este fonema no existe en Inglaterra. Ellos pronunciar las erres de una forma mucho más suave e incluso en posición final de palabra es sorda.
Una de las palabras que mejor muestra esta diferencia es el posesivo her: su pronunciación correcta es sin la erre final mientras que los hispanohablantes solemos decir /jer/.
El sonido de la hache aspirada en español no existe, nuestras haches son siempre sordas y, por eso, tendemos a relacionarla con un sonido que se asemeja al correcto y que sí existe en nuestro idioma, la jota.
Sin embargo, la hache aspirada no suena como una jota española, sino que se pronuncia como un suspiro, o como si estuviéramos echando el aliento para escribir un mensaje en un espejo.
El error por excelencia de los hispanohablantes. El sonido de la ese líquida tampoco existe en español y en la mayoría de casos nos resulta difícil de pronunciar por lo que para facilitarnos la tarea añadimos una “e” inicial que no existe incluso llegando a admitir en nuestro idioma anglicismos basados en este error como el caso de estrés, proveniente de la palabra inglesa stress.
A pesar de que en el español oral antiguo sí se diferenciaba el sonido de la be y la uve, hace siglos que no hacemos ningún tipo de distinción entre estas dos letras en nuestro idioma.
Sin embargo, en inglés sí que se diferencian; mientras que la uve es un sonido labiodental, es decir, se crea a partir del contacto entre los dientes y el labio, la be es un fonema bilabial, lo que significa que se crea uniendo ambos labios.
Existen muchas palabras monosílabas en inglés que contienen una ele entre una vocal y una consonante, como talk, walk o half, entre otras. Los hispanos tendemos a pronunciarla siempre pero en inglés el sonido de la ele desaparece.
Este es otro de los principales problemas de los españoles con el inglés. El pasado simple se crea añadiendo la terminación –ed al infinitivo del verbo, pero esta solo se pronuncia cuando el infinitivo original acaba en te o en de, en el resto de casos suena como un golpe similar al de una te.
Por ejemplo, el pasado del verbo wait es waited y sí se pronuncia la –ed; pero en la palabra played, pasado del verbo play la pronunciación cambia y suena /plait/.
Uno de los condicionantes esenciales a la hora de pronunciar un idioma es su prosodia o, en otras palabras, la música característica de cada lengua, su ritmo. En español, se pronuncian todas las palabras por separado dando fuerza a cada una de ellas, pero en el caso del inglés, las palabras se enlazan de manera que la frase quede unida como un solo sonido.
Adquirir la capacidad de pronunciar todos estos fonemas desconocidos para los españoles no es imposible, requiere práctica y, sobre todo, mantenerse en contacto con la lengua.
Perder el miedo a equivocarnos también es fundamental, por lo que realizar un curso intensivo de inglés en el extranjero te ayudará a enfrentarte al idioma, a soltarte y a adquirir los hábitos necesarios para mejorar tu pronunciación.
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