¡Estamos en Irlanda!
Tras pasar el primer fin de semana conociendo a nuestras familias de acogida, empezamos las clases llenos de curiosidad y ganas de pasárnoslo bien. El tiempo es espectacular, casi podría decirse que seguimos en España.
El colegio es inmenso y lleno de pasillos y, justo en el centro, se encuentra el jardincito donde pasamos la mayor parte del tiempo libre. El colegio cuenta también con dos campos de fútbol (uno de césped y otro de goma), un gimnasio y una sala de arte.
El primer día ha consistido en hacer las pruebas de nivel para ir sabiendo en qué aulas y grupos estarían nuestros alumnos, e en ir conociendo los alrededores. Después de la comida (que es a la 12.45 hora irlandesa) tenemos un poco de tiempo libre antes de empezar las actividades de la tarde, que consisten en practicar diferentes deportes o ir a la sala de arte.
Después del primer día, cenamos con nuestras familias y después éstas nos trajeron de vuelta al colegio, ya que teníamos planeada una noche de danza irlandesa, impartida por tres maravillosas bailarinas. Estaban acompañadas con un músico irlandés muy simpático.
Al día siguiente, el martes, tuvimos una excursión por la tarde al museo de juegos tradicionales gaélicos, los cuales son bastante desconocidos fuera de las fronteras irlandesas. Son el fútbol gaélico y el Hurling. El primero es un deporte que se juega con balón pero no sólo con los pies si no también con las manos. El Hurling se juega con una pelota chiquitita y unos palos de madera. Lo más fascinante de estos deportes es que los jugadores no-profesionales no cobran por jugar, si no que tienen otros trabajos además de este, y la afición les considera verdaderos héroes del país. Nos contaron también que este es el deporte con una liga amateur más grande del mundo.
El miércoles ya fue un día más tranquilo en el que tuvimos clase y actividades por la tarde. Los alumnos que quisieron, pudieron pintar camisetas con pintura fluorescente para poder usarlas en la discoteca de la noche. También tuvimos la suerte de contar con la presencia de unos jugadores juveniles del fútbol irlandés que nos enseñaron las nociones básicas del juego.