Por una parte, los estudiantes han disfrutando de su estancia en Edimburgo y de todas las actividades que han realizando con todos sus nuevos amigos. Pero, por otro lado, ha sido la semana de las despedidas.
El lunes fue un día intenso. Por la mañana tuvieron la visita al Schottish National Gallery, una galería llena de obras de arte tanto europeas como del resto del mundo, todas llenas de historia; y en la que pudieron realizar una actividad en la que tuvieron que realizar una descripción de las obras que más les gustaron y dar su opinión cual expertos de arte.
Por la tarde, bolera. Allí siguió la diversión y, una vez formados los equipos, pudieron competir entre ellos.
El martes fue el día de Arthur's Seat, la conocida colina que en su día fue un volcán y que hoy en día está inactivo. Todos los estudiantes demostraron su energía y vitalidad a la hora de subir andando el empinado y, a veces, empedrado camino hasta llegar a lo más alto. Nadie se perdió las maravillosas vistas de Edimburgo desde la cima de Arthur's Seat.
El miércoles visitaron el palacio de Linlithgow, en el que nació la reina María Estuardo de Escocia y antigua residencia de verano de la casa real. Después, fuimos a Queensferry, en el que se encuentran los tres famosos puentes.
El jueves fue el día de la playa, Portobello, la playa más apreciada por los escoceses, donde los estudiantes pudieron jugar, tomar el sol e, incluso, bañarse en las frías aguas del mar del Norte.
El viernes visitaron Dean Village, Water of Leith y Stockbridge, uno de los lugares más románticos de Edimburgo, sin embargo, la lluvia impidió que realizaran algunas de las actividades previstas.
El sábado, ya con mejor tiempo, visitaron St. Andrews, el castillo y la universidad. St. Andrews es una ciudad muy bella, y de su castillo, de la época medieval, ya solo quedan algunas ruinas; entre las que se encuentra una antigua mina, y algunos de los estudiantes se atrevieron a pasar por una de las estrechas galerías que todavía se pueden visitar. Después de eso, todos fueron a la playa en la que se rodó la escena más famosa de la película Carros de fuego.