Londres es uno de los destinos más atractivos para realizar un curso de inglés en verano porque además de ser la capital de Inglaterra y tener un gran encanto turístico, en Londres no hay tiempo para aburrirse y es una ciudad en la que conocer gente de todo tipo. Es una auténtica capital europea.
Sin embargo, cuando te planteas estudiar inglés en el extranjero, te surgen muchas dudas respecto a cuál es el mejor destino para aprender el idioma y las opiniones sobre Londres son muy variadas. Algunos dicen que hay demasiados españoles como para aprender inglés o que el clima es horrible en verano, otros afirman que se hubieran quedado allí a vivir y que es una ciudad increíble.
Por ello, en TEC Idiomas te contamos cómo es estudiar inglés en Londres y las peculiaridades del verano en esta ciudad.
Una de las peculiaridades más características de Londres es su clima, cuando piensas en Londres inmediatamente te imaginas un cielo encapotado todo el día, pero esto no es del todo cierto. Es verdad que en Londres el clima es muy inestable y que el verano no es tan caluroso como en España pero hay días en los que la temperatura alcanza los 25-30ºC, sobre todo en julio y agosto. Aunque puede que en un mismo día haga un sol radiante y más tarde empiece a caer una tormenta.
Por eso, en tu maleta no puede faltar un paraguas y debes llevar prendas para todas las temperaturas ya que la mejor manera de vestir en Londres es al estilo cebolla: a capas, para poder ir quitándote y poniéndote prendas a lo largo del día.
Otro aspecto fundamental es la luz. En Londres, las persianas no son tan habituales como en España y la mayoría de casas y residencias carecen de ellas, por lo que aproximadamente a las 4.30 de la mañana, hora en la que empieza a salir el sol en Inglaterra, por tu ventana entrará una enorme cantidad de luz que te molestará y no te dejará seguir durmiendo. Así que te recomendamos que te compres un antifaz para proteger tus ojos de la luz y poder dormir plácidamente hasta que sea hora de acudir a tus clases.
En Inglaterra la electricidad en los hogares tiene más potencia que en España, concretamente 20V más y la forma de los enchufes también es diferente, por lo que es importante que lo tengas en cuenta antes de viajar.
En primer lugar, comprueba que todos tus aparatos electrónicos: secador, plancha del pelo, cargadores, etc. soporten una corriente de 240V para no tener problemas cuando llegues.
Por otro lado, compra un adaptador de enchufes ingleses para poder conectar todo lo que necesites sin problemas. Podrás encontrarlo en cualquier ferretería y su forma es con tres clavijas planas, a diferencia del español que tiene solo dos y de forma redondeada.
¿Quién ha dicho que haya que renunciar a la playa en Londres? En verano, la ciudad crea una playa artificial en Candem, la localidad con el mercadillo más conocido de Inglaterra.
Del 27 de julio al 24 de agosto podrás tomar el sol y pasar un buen rato de forma gratuita en esta playa artificial con toneladas de arena, chiringuitos, tumbonas, mesas de ping pong, etc. No renuncies a nada, un verano con playa en Londres es posible.
La moneda de Inglaterra no es el euro sino la libra, por lo que antes de viajar sería conveniente que cambies algo de efectivo ya que la moneda inglesa es más cara que el euro y si no pagas en libras te saldrá todo más caro. Además, en restaurantes y algunos establecimientos ni siquiera está permitido pagar en euros.
Una vez en Londres podrás cambiar dinero en algunas agencias de viajes, grandes almacenes, oficinas de correos u oficinas de cambio, pero te cobrarán mucha más comisión que si llevas el dinero desde España.
En Londres anochece pronto en verano, por lo que los establecimientos no tienen el mismo horario que los españoles.
En general, las tiendas suelen abrir a las 9.00 de la mañana y cierran a las 17.30 horas, así que si necesitas comprar algo ten en cuenta su horario o cuando llegues estará cerrado, excepto los grandes almacenes que suelen cerrar a las 21.00 horas.
Asimismo, Londres tiene una ventaja, y es que todo está abierto los domingos así que aunque cierren antes, tienes tiempo de ir a comprar todos los días.
Con tanto cambio de temperatura es fácil que cojas un resfriado y aunque seguro que llevas un botiquín de emergencias con medicamentos en la maleta, debes saber que el sistema de las farmacias es muy similar al español, con un horario más corto como el resto de establecimientos pero con farmacias de guardia 24 horas para que puedas comprar medicamentos cuando lo necesites.
Para saber cuál es la farmacia de guardia, solo debes acercarte a la farmacia más cercana a tu casa o residencia y consultar el cartel colgado en la puerta con las farmacias de guardia cada día, del mismo modo que lo haces en España.
Por otro lado, en Inglaterra los medicamentos básicos como paracetamol, ibuprofeno o algunos jarabes los venden también en grandes almacenes o supermercados, así que si la farmacia de guardia te pilla muy lejos esta puede ser otra opción.
Londres es una ciudad grande y aunque puedes caminar sin problemas, para algunos desplazamientos es más conveniente que recurras al metro ya que es el medio de transporte más rápido y barato de la ciudad.
El metro cuenta con descuentos para personas menores de edad, de manera que los menores de 5 años pueden viajar gratis y los menores de 16 años pagan menos. Te informarán de estos descuentos en el punto de información de cualquier parada de metro de la ciudad, debes preguntar por la Family Travelday Card.
Por otro lado, Londres es una ciudad con mucha cultura y un sinfín de museos interesantísimos para visitar. Si eres un amante de la cultura y durante tu estancia en Londres no quieres perderte ninguno de sus museos, es vital que conozcas la White Card, una tarjeta que puedes comprar en cualquier oficina de información turística o quiosco y que funciona como abono para visitar 15 museos de la ciudad, lo que supone un gran ahorro.
En Londres hay una gran cantidad de academias de inglés en las que existe un programa de estudios muy completo por niveles y en el que podrás conocer gente de varias nacionalidades y familiarizarte con sus acentos y el uso del idioma.
Sin embargo, para aprovechar al máximo la estancia es interesante que completes la formación que recibes en la academia con pequeños hábitos diarios que te ayudarán a mejorar rápidamente y afianzar lo que aprendes en clase.
En la ciudad existe un club de idiomas en el que estudiantes de todas las nacionalidades quedan cada domingo para practicar su inglés. Es una actividad muy interesante para soltarte a la hora de hablar y también para conocer gente nueva.
Como en cualquier idioma, leer libros es una práctica muy efectiva para aprender vocabulario y expresiones. En Inglaterra valoran mucho su literatura y hay una gran afición a la lectura, por lo que puedes encontrar librerías de segunda mano (Charity Shops) en la que comprar libros a un precio muy reducido, que además destinarán lo que pagues a ayudar a personas con pocos recursos a cubrir sus necesidades básicas.
El cine es otro recurso útil para el aprendizaje de un idioma, sobre todo, para acostumbrar el oído al acento y el tono inglés, tan característico e imprescindible para parecer un auténtico nativo.
En Londres encontrarás varias salas de cine que proyectan películas en versión original con subtítulos en inglés, para que además de acostumbrar tu oído puedas entender el argumento de la película y conocer nuevo vocabulario. Un plan genial para ti y tus compañeros después de clase.
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