¡Hola de nuevo desde Cork! Ya hemos pasado el ecuador de esta experiencia que no podría estar siendo más completa y que ya está llegando a su fin.
Los días aquí pasan volando, el tiempo es casi perfecto y siempre estamos al aire libre. Sin embargo, este domingo nos sorprendió el tan esperado típico tiempo irlandés, con lluvia y viento durante todo el día.
Nuestro último evento fue la fiesta Black and White donde lo pasamos muy bien. El día siguiente, jueves día 12, visitamos uno de los lugares más famosos de la ciudad, la cárcel o The Cork Gaol. Esta cárcel se utilizó hasta finales de 1920, cuando se abandonó. Sin embargo, algunas leyendas e historias de miedo sobre esta cárcel siguen vivas.
El viernes empezamos el día practicando algunos deportes, como voleibol, spinning, fitness y escalada. Lo pasamos muy bien y aprovechamos la mañana. Tras la comida, fuimos a clase y realizamos una prueba de nivel. Tras las clases nos fuimos a cenar y a prepararnos para las actividades de la noche. Algunos de nosotros fuimos a ver un concierto enfrente de la universidad, mientras que los demás disfrutamos de la Casino Night. Jugamos a cartas y a la ruleta, y algunos de nosotros ganamos un premio al final de la noche.
El sábado 14 nos despertamos temprano y fuimos a la universidad, donde nos encontramos con el resto de los grupos para ir de excursión a Kinsale, un pequeño y precioso pueblo de la costa. Al llegar al pueblo tuvimos tiempo libre para ir donde quisiéramos, comer el tradicional Fish and Chips de la zona, tomar fotos y descansar junto al mar. Tras la comida, fuimos a visitar The Charles Fort, una fortaleza junto al mar que se usó como protección contra enemigos. Allí tuvimos más tiempo libre para poder descubrir la fortaleza, y algunos de nosotros hicimos algo que todo niño irlandés haría… Rodar por las colinas. Lo pasamos muy bien y nos reímos mucho viendo cómo nos tirábamos todos.
El domingo día 15 fue nuestro esperadísimo día libre. Algunos de nosotros lo aprovechamos para descansar y dormir, otros para practicar deporte y otros para hacer actividades con la familia. Pero otros salimos a hacer un picnic que se vio estropeado por la lluvia. Sin embargo, pasamos la mañana y el mediodía en Fitzgerald Park, comimos gofres y crepes y jugamos a bádminton. Por la tarde todos nos juntamos con otros grupos de estudiantes para ver el partido final de la Copa del Mundo. ¡Menuda tensión!
Llegó el lunes 16, y con él, la última semana de nuestra aventura aquí. Esta semana volvemos a tener las clases por la mañana y realizamos las actividades por la tarde. A primera hora de ese día, los profesores reorganizaron los grupos entre los diferentes niveles y nos llevaron a las clases. Al terminar fuimos a comer y a descansar un rato. Teníamos que coger fuerza para la tarde, ya que la actividad que nos esperaba era movidita: Selfie Challenge por el centro de la ciudad. Nos dividieron en grupos y nos dieron una lista con todas las fotos que teníamos que tomar. Había muchas muy divertidas, como, por ejemplo, tomarse una foto con alguien que estuviera esperando al bus, con el artículo más raro del supermercado, con un músico callejero, con un perro o con sombreros graciosos en la cabeza. Tras terminar la actividad nos fuimos a la residencia o a casa, a cenar y a descansar.
El martes volvimos a comenzar el día con clases. Nos gustan mucho los profesores y las actividades, aprendemos muchísimo y conocemos a alumnos de otros países. Después de las clases y la comida empezamos con la preparación de la Summer Party del viernes por la noche. Tras las actividades, todos nos fuimos a cenar.
El miércoles fue otro día de clases por la mañana, ¡qué poco queda para terminar! Tras las clases y la comida fuimos a Mardyke Arena a hacer baloncesto, escalada, voleibol y ping pong. Una vez terminamos nos fuimos a cambiarnos y a ponernos guapos para la fiesta de la noche, la UV Party, ambientada con luces ultravioletas, palitos de colores y maquillaje fluorescente. Lo pasamos muy bien pero nos pusimos un poco tristes porque esta era nuestra última fiesta aquí.
Nos quedan solo tres días aquí, pero los vamos a aprovechar al máximo hasta el último minuto. Durante estos tres días, veremos el castillo de Blackrock, terminaremos nuestras clases, celebraremos otra fiesta más donde podremos despedirnos de todos nuestros amigos, y el sábado visitaremos uno de los mejores y más sorprendentes lugares de Irlanda: los acantilados de Moher. Además, tenemos que empezar a preparar la maleta y comprar los últimos regalos, pero también queremos pasar tiempo con los amigos que hemos hecho aquí y con la familia que nos ha acogido y cuidado durante todo este tiempo. Sin duda esta ha sido y esta siendo una de las mejores experiencias que hemos vivido y estamos seguros de que, al volver a casa, todos nos echaremos mucho de menos.
Os seguiremos informando de cómo hemos pasado el final de nuestra aventura en el próximo post, así que no os lo perdáis. See you soon!